La Ley de Gall afirma que un sistema complejo eficiente ha evolucionado siempre de un sistema simple funcional y que nunca se podrá crear un sistema complejo de raíz por mucho que se añadan parches o se hagan iteraciones. Según la ley de Gall, siempre hay que empezar desde un sistema sencillo. Útil para pensar en flujos de trabajo, divisiones y todo tipo de sistemas potencialmente complejos.
Más información