No estoy enterrando Tinder (la ubicua app de ligue) aún pero sin duda hay muchas propuestas que pretenden ir más allá de este paradigma de swipes y matches. Si Tinder y su juicio superficial desde un par de fotos son hoy el estándar para muchos jóvenes y no tan jóvenes, quizá la contratendencia natural sea volver a los eventos como citas a ciegas, speed dating y otros inventos a mi generación le dan cringe.
En otro orden de cosas, si ligar se ha gamificado y algoritmizado, a alguien se le ha ocurrido hacer lo mismo con la convivencia de pareja. Creo que podría ser mejor de lo que suena pero es imprescindible tener dudas ante algo tan de Black Mirror. Dos tendencias por el precio de una: la vuelta del dating al offline y la dinámica de las parejas gestionada desde por la macrotendencia de convertirlo todo en una app.