No toda la innovación surge con un incremento tecnológico. De hecho, una forma de innovar es decrecer tecnológicamente. En la bodega Raventós i Blanc han vuelto a arar los viñedos con caballos, el chef Pascal Baudar experimenta con los fermentados de forrajes de hierbas y frutos salvajes (no cultivados, solo recolectados) o Matthew Secich que, como charcutero que trabaja según su fe amish, es famoso por no usar neveras.
Esta aproximación también tiene lugar en la propia tecnología, con la reducción de prestaciones. Un ejemplo, Buttondown, el servicio donde la newsletter de Utonym, más sencillo y directo que Mailchimp y otros competidores. El summum de esta macrotendencia en el ámbito digital es el Low tech magazine, alojado en un servidor que funciona con una placa solar y que, si lleva días sin hacer sol en Barcelona, simplemente, no funciona.